El NO cambio: Las verdades de Ollanta Humala

La historia está llena de cobardes hipócritas que por poder han vendido su alma, su honra y hasta a su madre. Uno de ellos, el histórico Enrique IV, célebre por su frase “Paris bien vale una misa” que, siendo protestante, se convirtió al catolicismo con la finalidad de llegar a ser Rey de Francia.

Uno más reciente y más odiado es el propio Hugo Chávez, quien en 1998 dio una entrevista asegurando que de ganar las elecciones no estatizaría ninguna empresa privada, que no se quedaría por más de cinco años y que respetaría la libertad de expresión (ver video), pero hoy, que ha pasado más de una década, hemos visto todo lo contrario a lo que vendió a los venezolanos en aquellas elecciones: Estatizó medio país, cerró RCTV (el principal medio opositor) y cambió la constitución para así poder reelegirse cuantas veces quiera. ¿Qué fácil es ser presidente bajo la apariencia moderada no? ¡Qué fácil es renegar de sus ideales!

Los que crean que Ollanta Humala ha cambiado, se equivocan, basta revisar su plan de gobierno para saber que propone las mismas cosas que en el 2006 y que sus vínculos con Hugo Chávez siguen tan vigentes que incluso el propio dictador salió a defenderlo (ver video) diciendo: Ollanta Humala es un buen soldado (su soldado). ¿Entonces? ¿Cómo es posible que los peruanos, una vez más, juguemos a la ruleta rusa con éste señor?

¿Cómo sustento el NO cambio de Ollanta Humala? En principio, Ollanta no es alguien que haya forjado su ideología en la juventud leyendo libros, sino que desde su niñez fue criado bajo la sombra el “etnocacerismo”, ese movimiento cuyo creador fue nada menos que su padre, Isaac Humala (ver video). Además, si su cambio fuera verdadero, ¿Por qué su lista congresal está llena de radicales? Ahí tenemos, por ejemplo, a Javier Diez Canseco, fundador del Partido Socialista; Manuel Dammert, ex dirigente de Izquierda Unida y Julio Pedro Armacanqui Flores, fundador del SUTEP, el nefasto gremio que se encargó de llevar a la educación peruana a niveles sotánicos. ¿Y Ollanta Humala ha cambiado?

¿Qué clase de demócrata da golpes de Estado? Recordemos pues que él se levantó en Locumba, contra el régimen de Alberto Fujimori, y al margen de que estuviera justificado o no este acto, lo que se condena es su predisposición a la violencia. Eso quedará afirmado, sin duda alguna, en el año 2004, donde da el golpe de Estado conocido como “El Andahuaylazo”, en el gobierno de Alejandro Toledo, quien fue elegido “democráticamente”. ¿Y Ollanta Humala ha cambiado? Pero por favor… escuchen como “valientemente” –desde Corea del Sur, siempre lejitos por si las moscas – hace su golpe de Estado, vía telefónica (jajaja).

Y por último, está muy mal que Ollanta Humala reciba apoyo del Partido de los Trabajadores, del ex presidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva (el propio Ollanta ha reconocido que se reunió con el asesor de Lula, Joao Santana). Aquí el problema es que el eje Caracas –Brasilia quiere imponernos la agenda y no se olviden que los intereses de estos dos países (Venezuela y Brasil) son grandes, como los son sus economías. Brasil tiene enorme interés en las hidroeléctricas que planea construir en la selva peruana, para que finalmente ellos la consuman casi en su totalidad. Estos brasileños creen que somos como los paraguayos, donde construyen una gigante hidroeléctrica (Itaipú), para que Paraguay sólo consuma el 5% y el resto se lo lleve Brasil. Aquí quieren darnos el 20% de la energía producida por esas gigantes hidroeléctricas que se construirán en nuestra selva peruana. ¿No es un insulto a la lógica? ¿Es así como Ollanta Humala pagará los favores que le hacen todas esas empresas brasileñas? Nada es gratis en esta vida, menos en política.