Vargas Llosa apela a la fe
Mario Vargas Llosa ha dicho que votará por Ollanta Humala en esta segunda vuelta electoral. Además, ha advertido que pedirá a sus compatriotas hacer lo mismo.
He visto reacciones de todo tipo en relación con sus declaraciones. Lamento y rechazo aquellas que van desde la descalificación personal hasta el insulto. Para quienes no somos fujimoristas ni humalistas decidir este voto es un problema algebraico.
Por coincidencia estuve presente en la cena de clausura de la asamblea regional de la Mont Pelerin Society, en Buenos Aires, en la que MVLl desarrolló su posición. El contexto ayuda a explicar su razonamiento.
Decía VLl que, a pesar de todo, América Latina estaba avanzando. Cada vez hay menos dictadores, señalaba, al punto que se han convertido en una especie en extinción.
En el Perú, por tanto, había que optar por una condena a la opción que representa una dictadura del pasado. No se podía votar por Keiko Fujimori, porque eso era retroceder.
El razonamiento de VLl, sin embargo, no se sostiene. Si uno analiza el plan de gobierno de Gana Perú llega a la conclusión de que se va a intervenir comprehensivamente la economía. Eso no lleva a otra cosa, a la corta o a la larga, que a la liquidación del estado de derecho.
Claro que está la esperanza, el “milagro”, en palabra de VLl. Ollanta Humala podría cambiar y girar hacia un gobierno de consensos, a lo Lula.
Los “consensos” de Lula, sin embargo, esconden un sistema basado en la corrupción. En los negocios de particulares a través de favores del Estado. Se trata de un mercantilismo populista, que se prolonga en el poder.
Por otro lado, si de milagros se trata, se podría esperar el “milagro” de que Keiko Fujimori gobierne según las reglas de la democracia actual y no según las de la dictadura de su padre.
VLl confía más en el milagro con relación a uno de los candidatos. Apoya su posición en este acto de fe.
En caso las libertades se vean amenazadas, VLl dice que saldría a protestar. ¿No vale este recaudo para ambos casos?
Ninguno de los candidatos ha despejado hasta el momento, en mi opinión, las dudas que hay sobre ellos. VLl teme más a una dictadura del pasado que a una eventual del futuro.
Para decidir una elección tan difícil, hay que buscar en las ideas y los programas. También en las compañías y, sobre todo, en los que financian tantos millones de soles de las campañas.
Se puede optar por Humala, pero las razones de VLl para ello no son buenas. No voy a taparme los ojos a la hora de votar.
Fuente: La República (Perú)
He visto reacciones de todo tipo en relación con sus declaraciones. Lamento y rechazo aquellas que van desde la descalificación personal hasta el insulto. Para quienes no somos fujimoristas ni humalistas decidir este voto es un problema algebraico.
Por coincidencia estuve presente en la cena de clausura de la asamblea regional de la Mont Pelerin Society, en Buenos Aires, en la que MVLl desarrolló su posición. El contexto ayuda a explicar su razonamiento.
Decía VLl que, a pesar de todo, América Latina estaba avanzando. Cada vez hay menos dictadores, señalaba, al punto que se han convertido en una especie en extinción.
En el Perú, por tanto, había que optar por una condena a la opción que representa una dictadura del pasado. No se podía votar por Keiko Fujimori, porque eso era retroceder.
El razonamiento de VLl, sin embargo, no se sostiene. Si uno analiza el plan de gobierno de Gana Perú llega a la conclusión de que se va a intervenir comprehensivamente la economía. Eso no lleva a otra cosa, a la corta o a la larga, que a la liquidación del estado de derecho.
Claro que está la esperanza, el “milagro”, en palabra de VLl. Ollanta Humala podría cambiar y girar hacia un gobierno de consensos, a lo Lula.
Los “consensos” de Lula, sin embargo, esconden un sistema basado en la corrupción. En los negocios de particulares a través de favores del Estado. Se trata de un mercantilismo populista, que se prolonga en el poder.
Por otro lado, si de milagros se trata, se podría esperar el “milagro” de que Keiko Fujimori gobierne según las reglas de la democracia actual y no según las de la dictadura de su padre.
VLl confía más en el milagro con relación a uno de los candidatos. Apoya su posición en este acto de fe.
En caso las libertades se vean amenazadas, VLl dice que saldría a protestar. ¿No vale este recaudo para ambos casos?
Ninguno de los candidatos ha despejado hasta el momento, en mi opinión, las dudas que hay sobre ellos. VLl teme más a una dictadura del pasado que a una eventual del futuro.
Para decidir una elección tan difícil, hay que buscar en las ideas y los programas. También en las compañías y, sobre todo, en los que financian tantos millones de soles de las campañas.
Se puede optar por Humala, pero las razones de VLl para ello no son buenas. No voy a taparme los ojos a la hora de votar.
Fuente: La República (Perú)
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