A continuación les dejo un artículo de Jaime de Althaus comentando sobre la enorme popularidad del ahora burgomaestre limeño:
El secreto de Castañeda
No deja de ser una sorpresa que en un país en el que la aprobación de los políticos y de las instituciones es muy baja, en el que nadie cree en nadie ni en nada, Luis Castañeda Lossio goce de una aprobación que oscila entre el 70% y el 80%. El fenómeno, sin embargo, no merece la atención de los analistas y los científicos sociales porque, en cierto sentido, Castañeda es el antihéroe político: no se enfrenta a nadie, no denuncia, no habla. No es un hombre de izquierda. Gestiona. El secreto de su popularidad esta no en el alarde o en la demagogia, sino en el tipo de servicios, de alta calidad que ofrece a los más pobres y a los sectores populares y emergentes de Lima, y en la manera de gestionarlos. Lo que hay allí es una mezcla de creatividad y aplicación ingeniosa de principios de gestión privada o empresarial para ofrecer servicios de primer nivel, que la gente agradece.
Son conocidas las escaleras amarillas en todos los cerros de Lima, una idea sencilla que, sin embargo, a nadie se le había ocurrido, y que ha revolucionado la calidad de vida de esas poblaciones. Ellas comenzaron a construirse por cooperación popular, cuando Castañeda todavía era candidato. Los antiguos parques zonales, abandonados o mal tenidos, fueron convertidos en “clubes” con instalaciones de primera, autofinanciados, donde gran cantidad de familias disfrutan como en los mejores clubes de Lima. Ha desperdigado también losas deportivas, albergues, bibliotecas municipales. Y 20 mil personas acuden cada fin de semana a las fuentes de agua, las mejores del mundo, que no solo se autofinancian sino que pagan la reconstrucción de Teatro Municipal.
Pero el epítome de la innovación administrativa esta en los hospitales de la Solidaridad, un modelo de asociación público-privada que brinda un servicio de muy alta calidad y a un costo muy bajo. En ellos atienden médicos privados que llevan sus equipos y cobran prácticamente lo mismo que en los nosocomios del Ministerio de Salud, y dan el 20% de sus ingresos al hospital, que de esa manera se autofinancia. La infraestructura la pone la municipalidad y consiste en contenedores adaptados y butacas de viejos Enatru. Pero en cada hospital hay varios médicos para cada especialidad o examen o tratamiento, de modo que han competencia entre ellos, trabajan mucho más que en los hospitales públicos y con equipos de última tecnología, y el paciente puede escoger al que le inspire más confianza. Por eso no hay colas, y están a punto de sobrepasar a Essalud en cantidad de atenciones. La gente se siente muy bien con el servicio, mucho mejores que en los establecimientos del Estado. Un prodigio de autogestión público – privada. Un modelo innovador en todo el mundo del que nuestros hospitales deberían de aprender.
FUENTE: Web del autor
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