“Es muy fácil ser general después de la batalla”, “Se ponen
a rezar la misa de las once cuando ya es las doce”, con estas palabras Oscar
Valdez, primer ministro, justifica los muchos defectos del famoso Plan
Libertad.
Recuerdo que alguna vez le envié un mensaje al señor Richard
Webb, preguntándole sobre el mal manejo que mostró Luis Valdivieso, ministro de
economía por aquel entonces, durante el estallido de la crisis económica en el
2008. Argumenté que el Perú gozaba de buenos indicadores, que todo mundo pronosticó
un crecimiento de 4% para ese año, y que gracias a Valdivieso, que frenó el
gasto (medida anticíclica), el Perú – a pesar de contar con muchas herramientas
para enfrentar la crisis – no creció lo que pudo crecer ese año. La respuesta
de Webb fue contundente:
“Sus afirmaciones son como los de esos comentaristas
deportivos que después de cada partido explican todo lo que el entrenador debió
haber hecho. Ojalá la economía fuera tan fácil de entender y de manejar como
usted supone.”
Richard Webb
Algo así sucede actualmente. Todo mundo discute, todo mundo
debate, todo mundo se escandaliza y el nivel de expertos en la materia se
multiplica. Pues bien, es cierto que hubo muchos errores al ejecutar el llamado
“Operación Libertad”, pero no podemos culpar de todo al actual gobierno. Muchos
olvidan que gracias a Alejandro Toledo nuestras Fuerzas Armadas no poseen el
material adecuado para combatir a los narcoterroristas. Se olvida –quizá por
mala leche –que el actual gobierno capturó a Artemio en tiempo record a
diferencia de lo que pasó con Toledo y Alan García (durmieron mientras Sendero
se rearmaba en el VRAE y Alto Huallaga).
El premier Oscar Valdez dijo dos cosas de suma importancia:
Primero, que le parecía muy raro que los reporteros hayan “encontrado” al
camarada Gabriel antes que las fuerzas armadas y segundo, que es difícil
entender cómo el señor Dionisio Vilca, padre del policía fallecido Cesar Vilca,
halló el cuerpo de su hijo antes que lo hicieran los grupos de rescate. De algo
no queda duda, el presidente, sus ministros y las fuerzas armadas han quedado
muy mal. Al respecto, Pedro Pablo Kuczynski
fue directo a la yugular: ¿Cómo el padre y guías pudieron ser más efectivos?
Entonces, según el ministro, el encuentro de los reporteros
con el camarada Gabriel y el rescate del cuerpo de Cesar Vilca no fueron
producto de la casualidad, sino que hubo cierta coordinación para que estos
eventos sucedieran, quizá con la finalidad de desprestigiar al gobierno y a las
fuerzas del orden.