Por Renatto Real Politik
Todo esta ya consumado, y la presencia de militares estadounidenses en Colombia es casi un hecho. Hace poco tiempo la jefa de la diplomacia gringa – Hillary Clinton – anunció que existe el compromiso de ayudar a los colombianos en la lucha contra los narcoterroristas, y de paso (esto lo agrego yo), en la lucha contra el movimiento bolivariano.
América Latina viene mostrando rasgos más evidentes de una polarización en todo los aspectos. Esto cada día se pone interesante, y aunque una guerra armada paresca aun muy lejano (por ahora), nada puede descartarse hasta que Hugo Chávez salga del poder en Venezuela.
El único país de “peso” (ojala pueda caber el termino) que apoya explícitamente a Colombia es Perú, y como ya dije, los demás mantienen una postura bastante discreta, ocultando su contrariedad (Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Venezuela, Ecuador, y demás). Sin embargo, los países contrarios a la presencia gringa en Colombia no tienen lo mismo que perder, se puede decir que los más afectados serian las naciones vinculadas al eje bolivariano. Mientras que Brasil se opone, básicamente, porque siente que su poder comienza a menguar en la región frente al sorpresivo interés que muestra Estados Unidos en América Latina.
Valgan las verdades, yo tampoco me creo el cuento de que Estados Unidos vaya solo a colaborar en la lucha contra el narcoterrorismo en Colombia, sino que comparto justamente la idea de Hugo Chávez. Los estadounidenses quieren cazar al dictador bolivariano porque éste ya comienza a ser una amenaza para la estabilidad en la región. ¡Y es que no podemos dejar que Hugo Chávez haga lo que quiera en América Latina! Es por eso que necesitamos (y no me gusta decirlo) de alguien con la autoridad y el poder suficiente para frenar el avance chavista en las pocas naciones que hoy podemos bailar al ritmo de la democracia. Entiéndase, nosotros, los latinoamericanos, aun no hemos alcanzado la madures necesaria como para llegar a acuerdos civilizados entre nuestros coterráneos, menos aun con los vecinos que tenemos (léase, Venezuela, Bolivia y Ecuador).
América Latina viene mostrando rasgos más evidentes de una polarización en todo los aspectos. Esto cada día se pone interesante, y aunque una guerra armada paresca aun muy lejano (por ahora), nada puede descartarse hasta que Hugo Chávez salga del poder en Venezuela.
El único país de “peso” (ojala pueda caber el termino) que apoya explícitamente a Colombia es Perú, y como ya dije, los demás mantienen una postura bastante discreta, ocultando su contrariedad (Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Venezuela, Ecuador, y demás). Sin embargo, los países contrarios a la presencia gringa en Colombia no tienen lo mismo que perder, se puede decir que los más afectados serian las naciones vinculadas al eje bolivariano. Mientras que Brasil se opone, básicamente, porque siente que su poder comienza a menguar en la región frente al sorpresivo interés que muestra Estados Unidos en América Latina.
Valgan las verdades, yo tampoco me creo el cuento de que Estados Unidos vaya solo a colaborar en la lucha contra el narcoterrorismo en Colombia, sino que comparto justamente la idea de Hugo Chávez. Los estadounidenses quieren cazar al dictador bolivariano porque éste ya comienza a ser una amenaza para la estabilidad en la región. ¡Y es que no podemos dejar que Hugo Chávez haga lo que quiera en América Latina! Es por eso que necesitamos (y no me gusta decirlo) de alguien con la autoridad y el poder suficiente para frenar el avance chavista en las pocas naciones que hoy podemos bailar al ritmo de la democracia. Entiéndase, nosotros, los latinoamericanos, aun no hemos alcanzado la madures necesaria como para llegar a acuerdos civilizados entre nuestros coterráneos, menos aun con los vecinos que tenemos (léase, Venezuela, Bolivia y Ecuador).
Un saludo.
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